Editorial de Rafael Montán
Porque no busca votos con promesas irrealizables, como las del que una vez dijo a los pobres que cambiaría los anafes por estufas y las tinajas por neveras, y que en tres meses eliminaría los apagones.
Porque no podemos coincidir con quien, cuando el PRD denunció la existencia de un contrato de préstamo de 130 millones de dólares con la empresa extranjera Sun Land, inconstitucional por no haber sido aprobado por los diputados y senadores, negó que eso fuera cierto y, por presión, después tuvo que admitir la existencia del préstamo.
Porque no merece confianza un intelectual dominicano que, sin poder alegar ignorancia, diga que es boschista-vinchista, o sea, según él, es posible ser seguidor del profesor Juan Bosch y del doctor Vincho Castillo, meterlos en un mismo saco.
Porque no podemos creer en la sinceridad de alguien que diga ser defensor de los derechos humanos y condecore a un dictador (Fidel Alejandro Castro Ruz, 1998).
Porque dudamos que respete al Poder Judicial el presidente candidato que se atrevió a decir "lo del préstamo de la Sun Land es un caso cerrado", antes de actuar la Justicia, obligando al magistrado fiscal del Distrito Nacional a declarar inadmisible el expediente acusatorio.
Porque no podemos respaldar a quien ordena o apoya la compra de dirigentes del Partido Reformista Social Cristiano, para tratar de ganar los próximos comicios con los votos de mercenarios electorales que, después, sonsacan a otros reformistas para destruir al partido fundado por quien le regaló al doctor Fernández el cargo de presidente de la República en 1996, el doctor Balaguer.
Porque consideramos que, en un país que tiene una deuda externa grandísima y limitaciones alarmantes en los servicios de Educación, Salud Pública y Obras Públicas, gastar miles de millones de pesos en un Metro que usará sólo una pequeñísima parte de la población y que, según han dicho expertos, necesitará ayuda económica permanente del gobierno, es como si el padre de una familia pobre, con cinco hijos y ganando el sueldo mínimo, decidiera tener, cogiendo miles de pesos prestados, un jacuzzi.
Porque los tres aumentos de impuestos del presidente candidato fueron tres dolorosos latigazos económicos que provocaron aumentos en los productos de primera necesidad.
Porque la asombrosa rapidez con que bajó la tasa del dolar, 15 o 30 minutos después del acto de juramentación del presidente Leonel Fernández, para el periodo 2004-2008, nos hace dudar que haya sido "por recuperación de la confianza de los inversionistas", sino porque hubo malos dominicanos que acapararon y/o sacaron millones de dólares para provocar un gran aumento de la prima de la divisa estadounidense con el fin de causar aumentos en el costo de la vida y así empujar al pueblo hacia el camino que había cerrado por peligroso en el año 2000.
Porque, a pesar de que el dólar ha estado a menos de 40 pesos por 1, la población tiene que pagar más por los artículos de primera necesidad (comestibles, medicinas, etc.), lo que significa que, si alguien se ha beneficiado de eso, no han sido los pobres, la mayoría de los dominicanos.
Porque ¿qué se puede esperar de un presidente que gasta miles de millones de pesos comprando periodistas y dirigentes políticos opositores, rompiendo todos los records de nombramientos de botellas en el país y en los consulados, pagando sueldos millonarios a funcionarios, construyendo apartamentos lujosos para dirigentes correligionarios y pagando miles de millones de pesos en publicidad política, mientras el dinero no alcanza para que millones de compatriotas, civiles y militares, tengan sueldos que les permitan cubrir los gastos familiares imprescindibles (alquiler de vivienda, comida, etcétera)?
Y porque no merece confianza un candidato al que se le puede contar tantas mentiras y que, además tiene como gran consejero a Vincho Castillo, nuestro candidato para las elecciones del 16 de mayo es el del PRD, Miguel Vargas Maldonado.
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